TRUCOS PARA CURAR PLANTAS

Plantas que no crecen, círculos en las hojas, tallos que adelgazan… existen muchos factores por los que nuestras plantas pueden sufrir daños (especialmente en verano, que es cuando mayor incidencia tienen las plagas).

Hoy te damos unos cuantos consejos para que puedas curarlas y protegerlas de hongos e infecciones.

• Si tiene una infección por hongos en las hojas: retira todas las hojas y flores afectadas y rocía la planta con una solución fungicida. Sella los tallos en caso de que hayas tenido que cortar algunos, para que los hongos no penetren por la zona de corte. A los hongos les gustan los ambientes húmedos y cálidos. Para evitar que proliferen, no encharques tus plantas al regarlas y procúrales un buen drenaje.
• Si presenta hongos en la superficie del sustrato: retira toda la parte invadida por los hongos y, si te es posible, revisa el resto del cepellón de la planta en busca de más hongos, por si se hubieran extendido a las raíces. Cambia el sustrato en la medida de lo posible.
• Si la planta no crece, no florece o aparece mordisqueada: puede tener babosas o gusanos en las raíces. Desarma el cepellón y revisa bien la planta, eliminando cualquier parásito que encuentres en ella. Luego, replanta con un sustrato nuevo y desinfectado.
• Si encuentras manchas de moho: puede significar que la has regado demasiado durante un tiempo, de modo que los mohos han proliferado. Aunque no son mortales para la planta, pueden atraer otras plagas. Mejor elimínalos raspando cuidadosamente la superficie en la que se encuentran.
• Si presenta hojas marrones y blandas: las manchas marrones indican tanto exceso como falta de agua, de modo que para saber a qué se debe la pudrición deberás revisar la raíz de la misma y actuar en consecuencia con respecto a la frecuencia de regado. En cualquier caso, retira todas las hojas y tallos dañados, para evitar que se extienda a los demás.
• Si las ramas adelgazan de repente y empiezan a secarse: puede indicar la presencia de parásitos en el interior de los tallos, como ocurre con los pulgones, mosca blanca, taladro del geranio… corta y limpia bien todas las ramas dañadas y aplica sellador para que los hongos no hagan acto de presencia.
• Si encuentras las hojas y tallos cubiertos de pelusilla blanca o gris: puede deberse a la aparición de hongos, como el oidio, o de cochinilla algodonosa. En cualquier caso, es preciso que trates la planta con remedios específicos para cada tipo de parásito y que la limpies de hojas y tallos dañados para evitar que se extienda por todo el ejemplar.
• Si las raíces se han vuelto marrones por exceso de agua: quiere decir que se están empezando a pudrir. Lo mejor que puedes hacer es quitar toda la tierra de la planta, eliminar la parte inferior de la raíz, hasta donde esté marrón, y dejar que se seque bien antes de volver a trasplantarla.
• Si se han quemado a causa del sol: retira la planta a una zona en la que no reciba sol directo y en la que esté resguardada. No elimines las hojas quemadas, a menos que estés seguro de que el sol no podrá llegar hasta ella, o podrían quemarse las de las capas inmediatamente por debajo. Te hemos dejado más consejos aquí.

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