CUIDADOS DE LAS ANÉMONAS

¿Sabías que la anémona es la flor del amor intenso? De aspecto que nos recuerda a las amapolas (aunque de tamaño mucho más grande y vistoso y de un colorido sin igual), las anémonas alegrarán tu terraza en los meses primaverales. Hoy te damos consejos sobre cuidados de las anémonas, las coloridas hijas del viento.

Originaria de Japón, la anémona es una flor de colores vivos e intensos que florece ya desde antes incluso de la llegada de la primavera – especialmente en zonas de clima suave y sin heladas – e irradia luminosidad y alegría.

Actualmente está muy de moda entre los paisajistas, especialmente para crear campos de anémonas llenos de color en jardines y patios, que nos recuerdan a las praderas naturales y aportan sensación de calma. Abril es mes de anémonas así que, si quieres tenerlas en casa, toma buena nota de los cuidados de las anémonas que te contamos a la de ya.

¿Qué debes saber sobre las anémonas?

• Que son flores de la familia de los ranúnculos y que existen alrededor de 120 especies catalogadas como anémonas, cada una con sus características particulares.
• Que al ser flores que crecen a partir de un bulbo, con los cuidados adecuados podrás tener anémonas del mismo bulbo durante muchas primaveras. Recuerda secar bien el bulbo una vez haya tirado toda la flor y conservarlo en zona oscura y seca.
• La anémona es una planta resistente tanto al frío como al calor, siempre que no la expongamos a temperaturas extremas y la resguardemos del viento y las heladas en los primeros compases de la primavera, y del sol – que puede dañarla – en verano.
• Lo que más nos gusta de la anémona es que florece durante toda la primavera, por lo que tendrás la terraza o el jardín con colores vivos y radiantes durante mucho tiempo.
• A la hora de escoger plantas de anémona – y, en realidad, a la hora de llevarte a casa cualquier planta de flor – es buena idea que te fijes en que tenga capullos sin abrir, porque de este modo la primera floración te durará más tiempo lozana.
• Además, procura que tanto las flores como las hojas se encuentren en buen estado y no presenten manchas, quemaduras o aspecto lacio (Spoiler: si vienes a la floristería a por tus anémonas, te aseguras que son de la máxima calidad y de gran calibre de flor).

Cuidados de las anémonas

• Las anémonas son flores delicadas a las que no les gustan mucho ni las temperaturas extremas ni las corrientes de aire. Por eso, lo primero que debes hacer es tenerlas en una zona resguardada del viento, para que no se dañe la corola.
• En momentos de viento intenso, puedes guardarlas dentro de casa.
• Las anémonas necesitan buen drenaje, ya que el encharcamiento puede pudrir el bulbo o favorecer la aparición de hongos y enfermedades que lo echen a perder.
• Además, en cuestión de riego las anémonas prefieren que las riegues todos los días un poco, sin pasarte, de modo que el sustrato esté húmedo pero no empapado. Tampoco toleran bien la sequía, de modo que procura que la tierra no se seque.
• Y ¿qué pasa con la luz? Pues que las anémonas son plantas de semisombra que viven bien también en la sombra. Si les va a dar el sol, que sea solo por la mañana o en las horas de menor insolación, para que no se quemen.
• En cuanto a las plagas, deberás prestar especial atención a caracoles y pulgones (como en casi todas las plantas de flor), así como a los hongos, que también son comunes si el riego no es el adecuado.
• Si lo que te gusta tener en casa son ramos de anémonas, la mejor forma de que te duren más tiempo lozanas es mantenerlas lejos de las fuentes de calor.
• Además, es buena idea que les vayas cambiando el agua todos los días y que cortes un par de centímetros del tallo (la parte que se haya mojado) cada dos días, para que absorban mejor los nutrientes del agua.

Curiosidades sobre las anémonas

• Las anémonas fueron flores muy apreciadas en la Grecia clásica.
• Su nombre significa “hija del Viento” y, en el lenguaje de las flores, simboliza un amor breve y que sufre por algún tipo de riesgo o complicación que lo dificulta.
• Según la mitología griega, Céfiro – que era dios del viento – se enamoró de una ninfa. Su esposa, en venganza, convirtió a la desdichada ninfa en la flor que hoy conocemos como anémona.
• Hasta Europa llegaron de la mano de un botánico francés quien, celoso de su belleza y queriendo guardarlas para sí, no divulgó su descubrimiento hasta que la belleza de su jardín y lo exótico de las nuevas flores que lo poblaban acabaron por delatarlo.
• Si hablamos de flor cortada, sus colores mezclados nos dan como resultado hermosos ramos para colocar en jarrones al centro de la mesa, aparadores, taquillones e incluso mostradores de establecimientos comerciales y escaparates primaverales.
• En planta, su colorido y variedad hace de la anémona una planta muy apreciada para crear macizos de color. Combina varios tonos y ambas plantas entre ellas para conseguir resultados cromáticos espectaculares.
• Las anémonas son venenosas, por lo que más allá de su clara faceta decorativa, presenta pocos usos más. Procura no dejarla al alcance de las mascotas ni de los más pequeños de la casa.
• ¿Sabías que también hay un animal que se llama anémona? Se trata de una especie marina, muy colorida (de ahí que su nombre se lo deba a la planta), prima de las medusas y los corales.

Ahora que ya sabes un poco más sobre los cuidados de las anémonas, recuerda que tenemos anémonas para ti en nuestra floristería y que creamos arreglos especiales con anémonas, para decorar o para regalar a tus seres queridos.

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